Un pulso al fracaso

¡Ninguna educación es una educación de segundas!

El documental “Un pulso al fracaso” nos permite acercarnos a las, en mi opinión, mal llamadas “escuelas de segunda oportunidad”. Hago este apunte, porque el nombre en sí implica una calificación que podría ser interpretada como “una educación de segundas, o un alumnado de segundas”, término que resulta excluyente en sí mismo. Se relaciona además directamente con el hecho de que a estas instituciones acudan generalmente personas que suspenden secundaria, que tienen problemas sociales, emocionales o conductuales… lo que puede generar y perpetuar esa imagen de exclusión, es decir, se fomenta la estigmatización. Quizá, como educadores/as, deberíamos repensar la forma en que nos referimos a estos centros.  

En relación con las funciones docentes, recogidas en el artículo 91.1, tanto de la LOE como de la LOMCE, me centraré en “La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias” tratando de concretarla en este vídeo: 

- Se refleja en varias ocasiones el seguimiento individualizado del alumnado a través de tutorías que tienen como objetivo la orientación y seguimiento de su aprendizaje. Por ejemplo: antes de ingresar en el centro por primera vez se realiza una entrevista personal con una educadora, ante un problema de conducta o conflicto en el aula se acude también a una sesión individual para tratar de solucionarlo…

- Estas escuelas tratan de impulsar proyectos de futuro en el alumnado a través de la toma de conciencia sobre sus propias capacidades, fortalezas, preferencias… se trata de que crean en ellos mismos y que se vean reconocidos por los demás, es decir, se fomenta la construcción de referencias positivas sobre sí mismos. Por ello, se atiende al individuo por encima de los resultados académicos, dicho con otras palabras: lo menos importante es la mera transmisión de conocimientos.

Estas escuelas se centran además en el contexto del individuo, es decir, en el entorno que les rodea, fomentando la interacción entre las familias, los profesores y el alumno. Un ejemplo concreto podría ser la utilización de un cuaderno de comunicación. Asimismo, en cuanto a las relaciones educador-educando, prima la cercanía y el conocimiento.

Para terminar me gustaría reclamar el papel de la figura del educador social en las escuelas. En palabras de Ortega (2005) “La educación social y el educador social deben estar si no en el aula, sí al lado de ella, y, en todo caso, en la escuela”. A partir del informe Delors (1996), la educación adquiere una conceptualización más amplia que implica el desarrollo global de las personas a lo largo de su vida, y en todos los contextos de esta. En este sentido, la ubicación de la educación social más allá del ámbito no formal, parece adquirir más sentido que el que se le otorgaba anteriormente.  

En relación con los centros de segunda oportunidad, se refleja una de las muchas definiciones de esta profesión pedagógica y transformadora: “educación que tiene por destinatarias a personas en situación de conflicto social”. Haciendo de nuevo alusión a Ortega (2005), añado esta reflexión: la escuela, ocupada en cumplir los exigentes currículums educativos impuestos por el sistema, no tiene suficientes herramientas para ocuparse de aquellos jóvenes en “situación de riesgo”, y por lo tanto, se corre peligro de que estos sean desechados por el mero hecho de no cumplir con los dictados establecidos.



Puedes ver el documental aquí: https://www.youtube.com/watch?v=4ak_76JWLvc


Comentarios

  1. Holiii!
    Más educadores sociales, y tanto! Antes de comenzar el máster no sabía muy bien en qué consistía tu papel ,en este caso como educadora social, y poquito a poquito estoy empezando a comprenderlo.La labor que hacen los educadores en este video es impresionante, me gustaría ponerme en su piel o al menos poder colaborar con ellos, quién sabe en un futuro, tal vez cuando llegue a ser profe,pueda trabajar codo con codo contigo u otra persona.Porque estos centros no tendrían porque existir si estos "problemas" se solucionaran directamente en las aulas.
    La última cita de Ortega describe totalmente la realidad,queremos evitar el fracaso escolar pero sin disponer ya no de profesorado sino de educadores sociales, orientadores etc que realizan una labor muy importante y que no se les está teniendo en cuenta desde mi punto de vista.Por encima de estudiar una serie de conocimientos está primero quererse a uno mismo, valorarnos como personas y ya después sí eso intentar meternos en el coco miles de conocimientos.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo Cris, que profunda eres :-)
      Besotes

      Eliminar

Publicar un comentario